¿Qué significa integrar las energías masculino y femenino interior en el momento actual?
Entramos en un nuevo momento evolutivo en el crecimiento y desarrollo interior del ser humano. Pero estar en ese proceso no es fácil. Estamos como un adolescente, que no es más un niño, y sin embargo todavía no posee su libertad total e independencia para moverse a su antojo o tomar decisiones. ¿Y qué es lo que precisa para salir al mundo por su propia cuenta? Haber desarrollado la sensatez y la intuición en igual medida. Sentido común y discernimiento, con una fuerte escucha a la corazonada y la sabiduría interior.
De igual manera la humanidad está deseando dejar de ser limitada en su acción, y por otro lado todavía espera que otros (“padres”), les resuelvan sus dificultades y conflictos.
¿Qué es lo que hará que suceda ese desarrollo de madurez espiritual?
La responsabilidad de nuestra propia vida, en cuanto a accionar hacia donde deseamos dirigirnos, también asumiendo las consecuencias de dichas acciones en su totalidad.
Cuando internamente seamos nuestro propio padre y seamos nuestra propia madre, podremos alcanzar esa madurez del alma, cuando no nos sintamos víctimas, ni reclamemos lo que sentimos que no nos dan. Cuando podamos recibir con gratitud lo que pudieron darnos, y de ahí en adelante aceptas que en tus manos está hacer lo mejor posible con ello. Darnos a nosotros mismos lo que necesitamos. Dejar de esperar y sostenernos, amarnos, motivarnos.
¿Y finalmente cual es la integración de los opuestos?
Es el punto neutro, el equilibrio, el camino del medio.
La pareja interior en equilibrio es la templanza, la mesura, el eje perfecto.
Cuando alcancemos este equilibrio habremos llegado a ese ser humano adulto, y con madurez espiritual que es dueño y responsable de su propia vida, capaz de ser el co-creador que estamos destinados a ser.